CASO CLINICO: WALLY



Coneja de 2 años de edad que acude a consulta para su esterilización.

Actualmente, en la clínica encontramos un aumento en número de consultas relacionadas con animales exóticos, en las que debemos destacar las destinadas a conejos enanos.

En nuestro caso, Wally es una conejita enana de unos 2 años que pesa 1,7 kg que acude a consulta para realizar su esterilización ya que sus propietarios van a ampliar la familia con un conejito macho adoptado y no quieren que se reproduzcan.
  En primer lugar, sus propietarios tomaron esa decisión por estar concienciados contra el abandono animal y las camadas indeseadas; pero nuestra labor es también informar sobre la incidencia de las diversas patologías reproductivas en la coneja adulta.

Hemos de diferenciar tres patologías muy comunes en ellas:

Adenocarcinoma ovárico/uterino: proceso tumoral  que afecta a ovario y que rápidamente interesa también útero. Se presenta con una alta incidencia en conejas adultas de más de 4 años. Este tumor tiene un alto riesgo de metástasis en los órganos cercanos al principio, a pulmón e incluso encéfalo posteriormente.

Piometra : proceso infeccioso que afecta a útero, pero que cursa con posible insuficiencia renal, septicemia, etc..  tiene una menor incidencia pero debido a sus efectos negativos.

Aneurisma uterino:  el proceso de mayor incidencia en conejas jóvenes. Consiste en una dilatación de los vasos sanguíneos uterinos, lo cual aumenta el riesgo de hemorragia en la manipulación durante la ovarihisterectomía. En nuestro caso, su propietario informó que Wally dejaba manchitas de sangre en el suelo, lo cual lo relacionaba con el celo.

Wally llegó a consulta preoperatoria en la cual fueron tomadas constantes vitales y se aplicó su premedicación anestésica con dexmedetomidina, fentanilo, meloxicam y sulfa+trimetropin. Una vez relajada y sedada, se rasuró la zona abdominal, la mínima posible para disminuir el riesgo de hipotermia relacionada con la anestesia.


La inducción anestésica y su mantenimiento se hizo con isofluorano tras un periodo de oxigenación. En nuestro caso, la posición quirúrgica elegida es en decúbito supino para hacer un abordaje por línea media.

Para un mejor control anestésico, se utilizaron pulxiosímetro, electrocardiograma y medidor de presiones sanguíneas externas. En estas fotos nos encontramos estabilizando al animal


La cirugía se ha realizado bajo asepsia tanto del animal como del material y el cirujano.


La cirugía ha consistido en abrir el abdomen por la línea media y extraer ambos ovarios, cuernos uterinos y cuerpo. Para minimizar las pérdidas sanguíneas hemos utilizado el bisturí eléctrico en los cortes y para cauterizar los posibles vasos.


Para extraer los ovarios hemos roto los ligamentos del ovario y se ha ligado los vasos ováricos tras ser clampados. Observamos que los vasos sanguíneos uterinos están bastante dilatados. 


Cuando aparece el cuerpo uterino lo vemos bastante dilatado, lo cual puede estar relacionado con la aparición de un aneurisma incipiente. Este cuerpo del útero fue ligado antes de su extracción. A diferencia de en perras, en las conejas no es necesario realizar una sutura en bolsa de tabaco para minimizar las adherencias. En este caso, debido a esta dilatación del cuerpo uterino, sí se realizó dicha sutura por existir riesgo de peritonitis por los exudados uterinos.


La incisión ha resultado bastante pequeña para la extracción de todo el aparato reproductor debido a que los ligamentos ováricos y suspensor del útero son bastante laxos.



El cierre de la incisión se hace por planos: la muscular con el peritoneo, el subcutáneo y  por último la piel.



Wally se encuentra en recuperación bajo observación en un ambiente caliente para que recupere la temperatura perdida durante la cirugía aunque hayamos intentado que sea lo mínimo posible.

En unas horas, Wally comenzó a comer primero papilla de sus alimentos frecuentesy después su dieta normal a medida que va recuperando apetito. Como tratamiento postoperatorio hemos de destacar la aplicación de antibioterapia y analgesia. La antibioterapia corrió a cargo del enrofloxacino pero por via parenteral, ya que por via oral produce disbiosis intestinal, muy peligrosa en conejos. Como analgesia se utilizó el meloxicam y la buprenorfina también via parenteral.



Al cabo de un par de semanas, Wally acudió de nuevo a la clínica para la retirada de la sutura estando contenta, jugando y haciendo una vida totalmente normal.