CASO CLÍNICO: MELISA

Hace unos meses nos llegó a nuestra consulta para revisión una perra de raza galgo español, adulta que había sido rescatada por una protectora unos días atrás. El animal se encontraba en muy bajo peso, con heridas con descamación los extremos de los pabellones auditivos y con una lesión en la zona apical de la cola. Tras la toma de constantes, las cuales eran normales, decidimos tomar una muestra de sangre para hemograma, bioquímica y diagnóstico serológico de enfermedades transmisibles por vectores. El resultado fue el siguiente:




* albumina y proteinas totales bajas, lo cual coincide con su bajo peso corporal y se relaciona con un posible estado de extrema delgadez.
* Globulos blancos altos, relacionado con una posible infección generalizada.
* Serología frente a leishmania, anaplasma, erlichia y dirofilaria negativo.
* Serología frente a enfermedad de Lyme, positivo.

Una vez tenemos estos resultados podemos establecer una serie de problemas a solucionar:


1. Baja condición corporal.

Para ello vamos a establecer un tratamiento nutricional con pienso más equilibrado y alto de contenido proteico y energético como es un pienso junior de gama alta mínimo 3 tomas al día.

2. Enfermedad de Lyme.

Esta enfermedad es también conocida como borreliosis canina. ES producida por un bacteria de tipo espiroqueta llamada Borrelia Burdogferi y su forma de contagio es a través de la picadura de garrapatas del género Ixodes, muy común en nuestra zona. Podemos encontrar los siguientes signos clínicos:
* Cojera recurrente debida a la inflamación de las articulaciones. Muchas veces dura sólo unos pocos días pero al cabo de unas semanas vuelve y así continuamente. La cojera puede ser siempre de la misma extremidad o ir cambiando cada vez que se da e incluso darse en más de una a la vez.
* Artritis y deformación de las articulaciones.
* Fiebre, falta de apetito y depresión, que suelen derivarse de la inflamación de las articulaciones.
* Andar arqueando la espalda y de forma rígida.
* Sensibilidad al tacto, dolor muscular y articular junto .
* En la zona dónde se ha producido la picadura de la garrapata puede darse inflamación y/o irritación acompañada de una inflamación de los ganglios linfáticos superficiales que se encuentren alrededor de esa zona.
* Problemas renales que si no se tratan a tiempo pueden llevar a una nefritis o una glomerulonefritis y acabar en una insuficiencia renal que genera síntomas más comunes como vómitos, diarreas, pérdida de peso, falta de apetito, aumento de sed y de orina y acumulación de líquido en el abdomen y en tejidos, especialmente bajo la piel y en las extremidades.
* Miocarditis o inflamación del corazón, aunque con poca frecuencia y se da en casos graves.
* Complicaciones en el sistema nervioso central, aunque es menos frecuente y en casos graves.


En nuestro caso, no tenemos suficiente historia clínica al ser rescatada.
El tratamiento establecido en este caso fue a base de antibioterapia con Doxiciclina a dosis de 5mg/kg cada 12 horas durante 30 días.



3. Herida en el extremo distal de la cola.





Encontramos toda la cola muy inflamada sobretodo en el extremo distal donde vemos un extremo oseo que sobresale de la zona de piel. El animal presenta mucho dolor a la palpación. El diagnóstico es el de una lesión en la zona de la última vértebra caudal, dejándola complemente al descubierto. Esa zona ósea expuesta es fuente de contagio de numerosos gérmenes , siendo por tanto una zona infectada denominándose osteomielitis. Es necesario la consiguiente caudectomía correctora.



En este caso, y debido a las distintas complicaciones anestésicas asociadas a bajas proteínas, borreliosis, etc.. decidimos la sedación profunda del animal con afa2 agonista, analgesia con metadona y anestesia epidural con mepivacaína. Tras la preparación del campo quirúrgico con rasurado de la zona, limitación de zonas sucias y esterilización, pasamos a realizar la caudectomía. La incisión se realiza en forma de media luna en la zona ventral y dorsal más caudal al espacio intervertebral que vamos a separar con el fin de tener un pliegue cutáneo para la posterior sutura.
Debemos recordar que la cola posee inervación, y por tanto sensibilidad dolorosa, y riego sanguíneo mediante 4 venas y arterias caudales: dorsal, ventral, derecha e izquierda. Estas deben ser ligadas evitando las posibles pérdidas de flujo sanguíneo posteriores. En esta foto vemos esas cuatro ligaduras y la no salida de sangre.




Colocamos una sutura discontinua en el extremo para cerrar el defecto cutáneo.




Recordamos que estamos ante una raza con mucha movilidad en la cola, ya que tiene función de timón en el movimiento y la carrera. Es necesario un buen vendaje acolchado para minimizar las posibles lesiones postquirúrgicas. porción de cola retirada por la osteomielitis asociada.



Os dejamos una foto de Melisa una vez terminada la cirugía. Al ser una anestesia epidural estaba despierta todo el tiempo sin tener dolor y relajada por la sedación profunda. Informamos que esta perrita aún está buscando una familia que la adopte. ¿Alguien se anima?